La startup que se puso manos a la obra para llevar la sostenibilidad a la ropa de trabajo

Ibis Aguilar Encinas

La industria textil es una de las más contaminantes del planeta y se calcula que solo en España genera casi un millón de toneladas de residuos al año, unas cifras preocupantes que animaron a Celina Tamagnini y Luis Ribó a buscar soluciones. En noviembre de 2019 pusieron en marcha Circoolar, una startup dedicada al diseño y comercialización de ropa de trabajo ecológica y reciclable al final de su vida útil. «Ofrecemos a las empresas la oportunidad de que sus empleados vistan de forma ética y sostenible», explica el cofundador. Las prendas se elaboran a partir de materiales ‘eco-friendly’, entendiendo como tales el poliéster reciclado procedente de botellas PET, el algodón orgánico y reciclado, así como los residuos textiles de grandes proveedores y mermas que iban a ser enviadas a vertederos o incineradoras.


La confección, por su parte, corre a cargo de talleres de inserción laboral de territorio nacional que trabajan sobre todo con mujeres en riesgo de exclusión social. Para las grandes producciones tienen acuerdos con socios en Marruecos y Portugal. «Es un imperativo que se cumplan condiciones dignas de trabajo», resalta Ribó. Según los datos ofrecidos por la empresa, en 2021 el 85% de sus pedidos se realizaron en talleres sociales locales y el 90% de sus proveedores se situaron a menos de 300 kilómetros del cliente, lo que implica una reducción de las emisiones de CO2.


La compañía pone especial foco en el eco-diseño, con el objetivo de que la ropa dure más, impacte menos en el medio ambiente y sea fácilmente reciclable tras su uso. Su compromiso con el residuo cero se plasma también en un servicio de recogida para asegurar la entrada de los productos en plantas de reciclaje textil donde se les da una segunda vida. Hasta la fecha han vendido más de 30.000 unidades y entre sus casi 30 clientes consolidados figuran nombres como Isdin, Uriach, Sorigué o La Cocina de los hermanos Torres.

Para Ribó, las empresas consiguen un triple beneficio al contratar su servicio: «A nivel interno, despiertan el orgullo de pertenencia de los empleados; de cara a sus grupos de interés externos se posicionan como un agente activo en materia de sostenibilidad; y desde el punto de vista social y medioambiental generan un impacto positivo».

Además de uniformes de trabajo, Circoolar, nacida cuatro meses antes de la pandemia, comercializa mascarillas higiénicas reutilizables hasta 50 veces. «Nos metimos en este mundo porque estábamos ante un momento en el que la seguridad y protección de las personas era una obligación, pero también poner coto al desastre ecológico de las mascarillas desechables tiradas por las calles», explica el cofundador de la firma. Una línea de negocio que, en palabras del propio Ribó, les salvó bastante la existencia. Para muestra, un botón: en 2020 facturaron 105.000 euros, de los cuales la mitad correspondía a mascarillas. El año pasado, en cambio, solo representaron el 20% de los ingresos. De momento, la firma opera en España aunque está empezando un plan de expansión a mercados europeos como Países Bajos, Bélgica o Alemania.


+INFO:https://www.abc.es/economia/abci-startup-puso-manos-obra-para-llevar-sostenibilidad-ropa-trabajo-202202220239_noticia.html

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