LA VOZ DEL SOCIO DE LA AEQCT DESDE SU CONFINAMIENTO O PUESTO DE TRABAJO EN ESTOS DÍAS DE COVID-19

Esther Pujol

Desde la Comisión Revista animamos a todos los soci@s a mandarnos su visión de la actual situación para la próxima Newsletter, como siempre nos podéis mandar vuestros escritos a la dirección de aeqct@aeqct.com, indicando vuestro nombre y si estáis tele-trabajando confinados en casa, o aún estáis trabajando.


JOSEP  SUMALLA  (Vicepresidente de la AEQCT)

26 Marzo 2020

Me uno a los comentarios de mis compañeros sobre la situación que estamos viviendo.

Yo como vicepresidente de la AEQCT, dada mi actual posición de jubilado y alejado de los cargos directivos, lo estoy viendo con la misma preocupación que cuando estaba en activo, nunca hubiera imaginado encontrarme en esta situación y la verdad es que sientes una sensación de impotencia y de irrealidad. Mis deseos son que todos vosotros os cuidéis mucho y que dentro del tiempo que sea, nos volvamos a reunir y podamos darnos un abrazo.

Sobre la situación económica mi preocupación es muy alta, ya hemos leído las opiniones de muchos economistas y nos esperan tiempos muy difíciles. Confío plenamente que saldremos adelante aunque sea con sudor y lágrimas, obvio de la famosa frase de Churchill la palabra sangre.

Deseo que nos podamos reunir de nuevo "presencialmente" lo antes posible.

Ánimos a todos!


LLUÍS PONSÀ (expresidente de la AEQCT)

7 Abril 2020

Apreciados amigos de la AEQCT

En la situación en que vivimos, de clausura, pero con todos los adelantos que nos ofrece hoy día la tecnología, no nos podemos quejar del todo.

Podemos salir a la calle a buscar  lo imprescindible, llamar a los amigos, incluso trabajar si es preciso – tanto en labores domésticas, como de profesión – y básicamente una sola obligación a las 20 horas salir al balcón, con la finalidad de aplaudir con tus vecinos, para agradecer a todos las personas que con su entrega en todos los campos  cubren nuestras necesidades actuales contra la pandemia.

La situación es grave, todos tenemos algunos familiares, amigos o vecinos que por desgracia se contaminan de esta pandemia. Pero tenemos que mirar hacia adelante, hacia el futuro con optimismo, a la vez  con prudencia.

Al final de esta situación, a mi entender, habrá un cambio social-económico que mejorara la situación de nuestra industria textil. En estos momentos  nuestra industria está en stand-by. La movilidad internacional será mucho menor que en estos últimos tiempos, las cantidades de textil solicitadas también serán menores, por falta de liquidez y la entrega rápida será, nuestro éxito.


FRANCISCO-JAVIER CARRIÓN  FITÉ (ex- miembro Junta AEQCT) 

7 de abril de 2020                                                                

Tras la petición de la AEQCT, permitidme que, como socio y ex–miembro de su Junta, os transmita una   reflexión sobre: La importancia del textil en los momentos actuales de pandemia mundial y su proyección para el futuro de la industria nacional.

En la situación actual de nuestro país  y del mundo, ante la pandemia del COVID 19, se ha hecho patente y evidente en muchos países, la dependencia  de otros ante la falta de textiles y afines como herramientas de protección imprescindibles  para el personal sanitario, auxiliar, de limpieza, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, policías  locales, bomberos, incluso para el personal de servicios esenciales que han permitido que  el país continuara la actividad de suministros esenciales ,como la alimentación. Esta falta de material ha ocasionados miles de contagios entre ese personal entregado a nuestra protección e incluso varios fallecimientos.

Esa dependencia ha ocasionado retrasos fatales, que no hubieran sido tan terribles, de tener en nuestro país la industria textil y de afines con materiales de fabricación y elaboración y confección de los millones de productos de protección que son necesarios. Nuestro Gobierno ha tenido que desembolsar varios cientos de millones de euros en la compra de material extranjero. Los países a los que se ha comprado material también se encontraban colapsados por los encargos que han recibido de todo el mundo. Se ha hecho más evidente que nunca la necesidad de tener una industrial textil nacional capaz de atender las necesidades que puedan surgir, porque la tardanza en recibir el material encargado a ocasionado múltiples contagios y fallecimientos, al verse obligados el personal a trabajar sin la protección necesaria.

Estamos ante una gran oportunidad para replantear las ayudas que la industrial textil nacional precisa para poder atender las necesidades nacionales, tanto a nivel de uso habitual, como en ocasiones extraordinarias como la que estamos padeciendo.

Muchas voces de usuarios se están manifestando en el sentido que van a preferir prendas de mejor calidad y mayor precio a otras más baratas, de fabricación extranjera de mucha menor calidad y que necesita reponerse con frecuencia y que, además, no cuenta con las garantías de seguridad para ser utilizadas de forma saludable. Conocida es poca calidad de los colorantes de las prendas que utilizan algunos países y que pueden atentar a la salud de los que las llevan.

La industria textil nacional necesita una revalorización, protección e impulso, que no venía recibiendo. Porque el textil es algo que necesitamos constantemente en nuestro día a día. Y la dependencia de otros países ya hemos comprobado los graves problemas que puede suponer.

Conmueve la cantidad de personas anónimas, mujeres en su mayoría, que se han puesto en sus humildes hogares, a fabricar materiales de protección necesarios para proteger a los que nos protegen: mascarillas, batas, gorros, patucos para los pies, incluso con máquinas de coser casi centenarias, muchas poniendo ellas su material, otras recibiendo el material gracias a donaciones de fábricas textiles, profesionales creando patrones de mascarillas y batas sanitarias de todo tipo. Casi no hay ciudad o pueblo en el que no se haya puesto en marcha la solidaridad en la creación de prendas textiles de protección, ante el desabastecimiento y la tardanza en llegar el material comprado con centenares de millones de dinero público.

No puede permitirse que sigamos dependiendo del textil de otros países lejanos, mientras nuestra industria textil languidece y se extingue porque no tiene las ayudas suficientes y se permite la importación masiva de prendas de calidad pésima, con colorantes perjudiciales y perniciosos para la salud.

Por último, conmovernos porque los niños recluidos en sus hogares, estén pintando y colgando en sus ventanas y balcones unos arcoíris de diversos colores, con los que plasman que, después de la tormenta, regresará la calma y la normalidad a sus vidas...y a las nuestras.

 Lamentamos todos siempre las pérdidas humanas, pero evitar que se sigan produciendo cada día es sin duda un objetivo común.

Pensemos que ayer ya pasó. Mañana acaso no ha llegado, sólo tenemos el hoy. Empecemos siempre y continuemos con lo necesario para todos.

Salud.


NATALIA QUILES (ex- miembro Junta AEQCT) 

8 Abril 2020

…. Pues como la mayoría, estoy confinada…

Quien hubiera pensado que viviríamos todo lo que estamos viviendo estos días.

Se despiertan dentro nuestros sentimientos contradictorios:

  • Miedo por uno mismo pero sobre todo, por los tuyos y Valentía enfrentándonos a “algo” invisible y desconocido.
  • Egoísmo comprando compulsivamente y en grandes cantidades sin pensar en los demás y Solidaridad empatizando y dando y dando… tanto que hasta algunos, ponen en riesgo la propia salud y la de los suyos.
  • Tristeza e impotencia por la pérdida de seres queridos y sobre todo, por no poderlos acompañar en sus últimos momentos de vida y Alegría y Positivismo viendo la recuperación de muchos otros y empezando a ver la luz

Pero es evidente que la vida nos ha cambiado, nos está recordando que debemos valorar esos momentos cotidianos y antes insignificantes, que ahora cobran sentido y reclaman nuestra atención, que debemos bajar el ritmo y tener consciencia de la vida en silencio y por qué no, de poder observar a los árboles, a las flores, a los pajarillos… que por unos días, están pudiendo respirar aire limpio y nos deleitan con sus cantos.



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