EDITORIAL Nº 39

Esther Pujol

Llegamos a la recta final de este 2018, un año que nos deja más incertidumbres que certezas. El comportamiento económico en general y el del textil en particular se ha caracterizado por una clara ralentización de los principales indicadores.  

El sector textil-confección, formado principalmente por PYMES, lo conforman casi 8.000 empresas que facturan 10.600 millones de € y ocupan a más de 130.000 personas. Un sector que ha superado diferentes adversidades en las últimas décadas y que en la actualidad se encuentra una vez más delante de nuevos retos.  

 Cuando me preguntan sobre las perspectivas para 2019 siempre contesto lo mismo, incertidumbre.  Los principales organismos internacionales prevén una desaceleración en la economía y nuestro país y nuestro sector no van a quedar inmunes.  Esta situación está siendo un fenómeno global y generalizado especialmente en Europa. Los intercambios internacionales crecen a un ritmo mucho más lento, la inversión en maquinaria ha caído en picado y la ocupación está creciendo a un ritmo inferior que en ejercicios anteriores. Si buscamos los motivos encontramos un cúmulo de circunstancias que nos llevan a la situación actual.

En el textil moda hay un cambio en los patrones de consumo y esto hace que las ventas de las empresas sigan tendencias diferentes. Algunos de los retos actuales, digitalización y la 4ª Revolución Industrial y la sostenibilidad tanto económica como medioambiental con todas las consecuencias que ello conlleva, hace que de nuevo las empresas tengan que adaptarse a una nueva realidad.   Aunque estamos en un sector muy heterogéneo y las empresas pueden tener diferentes velocidades, una vez más el textil va a tener que demostrar su capacidad para continuar siendo competitivo en un mundo global. 

El inicio de mi colaboración con la AEQCT es muy reciente, pero en este pequeño periodo de tiempo puedo asegurar que un fantástico grupo de profesionales está velando para que nuestro sector siga adelante y sea capaz de hacer frente a los nuevos retos.  El trabajo desinteresado de sus miembros junto con la colaboración con otras entidades con objetivos y valores similares van a seguir contribuyendo a tener un mejor textil.

Marta Castells

VOCAL AEQCT

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