Innovación y decrecimiento, la paradoja de Jevons en el sector Textil
Quedan ya muy pocos días para el comienzo del 49º Simposio de la AEQCT, y este año por motivos de trabajo no podré estar con vosotros en la jornada.
Gracias a esta newsletter, me gustaría pero proponer una pequeña invitación a la reflexión para que os acompañe en los debates de este nuestro evento anual, que seguramente será tan provechoso como siempre.
Leyendo el programa del simposio, resulta ya muy evidente como el consumo de los recursos naturales como agua, energía y materias primas; además de la gestión de productos químicos, adquiere cada día más, un rol fundamental para la gestión y la subsistencia de la producción textil nacional.
En este sentido, resultan fundamentales todos los avances técnicos y tecnológicos que nos ayuden a mejorar la huella medioambiental de nuestra producción, con el fin de obtener procesos productivos o productos más eficientes y sostenibles.
Aun así, en una óptica de mercado global, los últimos datos actualizados a final de 2023, indican un ulterior incremento de la producción, llegando a un récord de 116 millones de toneladas producidas en 2022 y con una previsión de crecimiento hasta 147 millones de toneladas para 2030.
En esta óptica, resulta evidente como todos los avances propuestos y la reducción de la huella de producción vienen fácilmente contrarrestadas por un aumento de la productividad; aportando otro ejemplo evidente de como la paradoja de Jevons- según la cual un aumento de la eficiencia de un proceso productivo lleva a un consecuente aumento de la producción, vuelve a aparecer en nuestra historia industrial una vez más.
Los modelos económicos, sociales y tecnológicos de nuestra sociedad se han regido durante los últimos siglos por la búsqueda incansable del crecimiento, basándose en la idea de que, cuanto más avancemos en eficiencia productiva, menor será nuestro impacto sobre el medioambiente y mejor será nuestra calidad de vida. Sin embargo, estamos siendo testigos de cómo todos estos avances no son suficiente por si solos y tienen que ir ligados a un control del tamaño de las producciones.
En esta situación de cosas, la EU ha financiado por primera vez en su historia un proyecto para estudiar la viabilidad del decrecimiento económico. Así que para lo que concierne el sector textil, seremos capaces de adaptarnos a una situación en la cual debemos de hacer menos con menos? Seremos capaces de adaptarnos a un decrecimiento sostenible del mercado para una transformación económica del sector?
Buena reflexión y buen Simposio a todos!!
Luca Cappelli
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