Editorial 83

Ibis Aguilar Encinas

Delante del ordenador me dispongo a escribir la editorial de la Newsletter de octubre, que como cada año y como miembro de la Junta Directiva de la AEQCT preparo. Pienso acerca de los temas más relevantes de actualidad y lo primero que me viene a la cabeza es la energía.  El sector está en un momento de cambio que podríamos  calificar de disruptivo, tenemos delante grandes retos en sostenibilidad y digitalización, pero si no se resuelve la crisis energética las empresas no van a poder asumir esta transición que se pide desde Europa.

La desenfrenada y desorbitada subida de precios de la energía a día de hoy resulta inasumible para las empresas textiles. Los precios del gas se han multiplicado por cinco en un año y la electricidad cuesta ahora el doble que en el 2021.  Si bien es cierto que se ha puesto en marcha una línea de ayudas directas a la industria intensiva en consumo de gas, como es el caso de las empresas del ramo del agua, resultan del todo insuficientes.

La situación actual es insostenible y no se vislumbran señales de una mejora clara.  Las empresas se están planteando o presentando ya ERES e incluso cierres por imposibilidad de hacer frente a la situación.  Es imprescindible la intervención política para apoyar a nuestra industria, no sólo la textil en particular sino la industria en general. Si en breve la Administración no toma las riendas ante esta situación excepcional la supervivencia de nuestras empresas será dificultosa.

Justo hace un año la editorial que escribí ya giraba entorno al incremento de costes que sufrían las empresas tras la pandemia del COVID-19, doce meses más tarde la situación es más compleja.  Las principales organizaciones textiles tanto nacionales como europeas están unidas para poder apoyar y defender a la industria textil, pero de momento no ha sido suficiente para poder revertir de forma inmediata esta complicada situación.



Marta Castells

Vocal de la AEQCT

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