Editorial 77

Ibis Aguilar Encinas

Hace sólo unos días marcamos en el calendario 2 años desde que empezó la pandemia de Covid 19 y el cese de la actividad no esencial en todo el país.

Si hacemos una mirada hacia atrás salen temas en el entorno profesional, y sin duda, reflejados en nuestro sector como ERTEs, escases de materia prima, problemas de logística y suministros, “la gran renuncia” de trabajadores en varios puntos del mundo, el teletrabajo masivo, falta de chips, etc.…. y seguro que se nos van a ocurrir unos cuantos más que he olvidado de poner en esta lista. Pero todo ello nos ha llevado a plantear y afrontar cambios - impuestos, algunos indeseados o forzosos, pero necesarios para adaptarnos a lo que se nos ha venido encima y con lo cual ha aumentado nuestra capacidad de resistir o nuestro ingenio de buscar soluciones, o, dicho de otra forma, ha aumentado nuestra resiliencia. Una cualidad que cada vez más se pide y valora en el entorno profesional y muy necesaria en lo personal, y en la cual muchos de los profesionales del textil destacan y con nota, aunque quedándose en el anonimato.

Empezamos un año con la esperanza de que lo peor ya había pasado y la pandemia después de la sexta ola ya ha remitido, y estamos a las puertas de recuperar algo de nuestras vida y actividades pre- pandémicas, pero estas semanas han abierto otros escenarios que de alguna manera afectan la realidad económica, política, profesional y en muchos casos personal y que otra vez han puesto a prueba nuestra capacidad de sobreponernos a las circunstancias. El conflicto armado a las fronteras de la Unión europea, el escalado cada vez más vertiginoso del precio de la electricidad y el gas, problemas de coste y/o de transporte, etc.…  que otra vez han llevado a búsqueda de soluciones “innovadoras” o ingeniosas a las empresas del sector. Alguna de las cuales pasa por búsqueda de tecnologías que permitan ahorro energético en procesos textiles como el del acabado, termofijado, etc.… Por lastima y como es de esperar dada la situación actual son soluciones para implementación inmediata y con resultados comprobados que en la mayoría de los casos de temas novedosos o de I+D no es aplicable.

Con esto volvemos a uno de los retos que en muchos casos hemos hablado y que en situaciones de cambio pueden marcar la diferencia – la apuesta de un sector por el I+D y la innovación.

En los próximos meses ya hay puestos en macha varios eventos que puede que den un empujón o muestren salidas y soluciones diferentes a algún dilema sectorial. Sólo algunos para referenciar -a nivel internacional como la feria Techtextil en junio o la Conferencia Anual de la Plataforma Textil Europea en abril y el más cercano - a nivel nacional el Simposium anual de AEQCT el próximo 28 de marzo. Todos ellos planteados como eventos presenciales para los profesionales y expertos del sector muy esperados y esperamos muy fructíferos después de tanto tiempo de relaciones “virtuales”.


Milena Tzvetkova

Vocal de la Junta Directiva

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