Editorial 73

Ibis Aguilar Encinas

Parece repetitivo que en los últimos meses se hable del “momento”, es un momento totalmente cambiante en el sector, y en la industria en general, parece que será un momento con una duración a meses vista.

Después de la Pandemia, continuar con un nuevo cliente, un nuevo proyecto, un nuevo producto, un nuevo tejido, una nueva normativa, una nueva especificación, una nueva exigencia, un nuevo “momento” que provoca nuevas situaciones.

Cada día, delante de cada nueva petición, o especificación, las empresas lo gestionan si tienen los recursos necesarios para fabricar, junto con los equipos y la maquinaria, para poder realizar el producto que demanda el mercado.

Siempre ha sido necesario adaptar los recursos de cada organización al producto; en un entorno como es el sector textil, se tiene que ser muy proactivo y flexible.

En la anterior editorial se daba una visión del “momento” que teníamos cerca; en el textil ese “momento” parece que es más cercano que en otros sectores, quizá por el corto plazo de entrega que hay entre el diseño y la fabricación.

Actualmente el sector textil tiene un nuevo reto para definir su fortaleza. Puede haber empresas que estén midiendo sus recursos antes de entrar en nuevos proyectos. Estos nuevos proyectos les puede llegar a requerir la planificación anticipada de los recursos actuales o adaptar la flexibilidad actual de sus equipos, o tener en latencia nuevos equipos de personas.

Algunas de las Empresas del sector se plantean no entrar en nuevos proyectos, o si entran en estos nuevos proyectos quieren afianzar el servicio y la fidelización en el cliente habitual que le garantiza la facturación.

Delante de esta disyuntiva las Empresas tienen un gran reto como es mantener la máxima actividad, después de una pandemia mundial, en un momento de incertidumbre y delante del No Suministro de algunos de sus recursos, desde la energía, las materias primas o los equipos de recursos humanos.

Puntos positivos para los próximos meses es que el coste de la Energía disminuirá, aunque no se sabe a qué niveles llegará y como lo podrá afrontar cada organización. Sobre el suministro de químicos también se está comentando que hay una tendencia a que la llegada de materias primas desde Asia se está estabilizando, estabilizando a nivel de rotación, aunque no se sabe si el aumento de precios de las materias se verá incrementado por el coste del precio del transporte, ¿cuándo disminuirá? y ¿a qué valores llegarán?  Son preguntas todavía sin respuesta.

Cada organización tendrá que adaptarse a esos nuevos costes fijos y valorar como los puede absorber el mercado, y como repercutirá en el precio del producto final.

Hablar del “momento” es como predecir el futuro inmediato para tomar las decisiones acertadas en un entorno muy exigente. Equivocarse es fácil, aunque lo más interesante es saber reconducir la decisión y adaptarla, en el sector textil esta rapidez de RE-Acción está en el día a día.

Es muy probable que durante este final de 2021 y el primer trimestre de 2022 pueda haber cambios en la situación actual y el “MOMENTO” lleve a tomar otras decisiones.

La Industria, la Universidad, Los Profesionales, Los Centros Tecnológicos, los Consumidores tienen una misión, y en cada “momento” puede ser cambiante, aunque el objetivo tiene que ser el mismo., hacer un sector competitivo y de reacción rápida ante los posibles cambios.

Para este próximo año 2022 desde la AEQCT se quiere fomentar esta adaptación al cambio continuo y rápido, con las Jornadas Técnicas y con la celebración del próximo Simposio 2022, en el que ya se está trabajando.


FRANCISCO CUARTERO

VOCAL DE LA AEQCT





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