Editorial Nº 23

Esther Pujol

El gran peligro que nos acecha

Sin querer ser alarmista pero sí llamar seriamente la atención del lector, hay una cuestión capital para el futuro inmediato del sector textil confección europeo a la que conviene dar la máxima relevancia y difusión, pues nos jugamos la industria de este sector.

Desde hace más de una década se está negociando, con gran complejidad de equilibrios, la Convención Paneuromediterránea; un gran acuerdo comercial, multisectorial, que afecta a Europa y a una buena parte de los países ribereños de África.

Una parte esencial de la negociación para el textil son las llamadas reglas de origen preferencial, es decir, aquellas condiciones que confieren a un producto la condición de europeo. Pues bien, las reglas de origen actuales requieren que se hayan realizado, en cualquier país de la UE, dos operaciones sustanciales a un producto para adquirir tal condición. De forma muy resumida se puede decir que operaciones sustanciales son la preparación / hilatura, la tejeduría y la confección. No obstante, existe una excepción a la norma para el caso de la estampación, ya que si ésta se realiza en Europa sobre un tejido no europeo y se acredita que el incremento del valor añadido al producto supera con esa operación el 52’5 %, entonces el tejido estampado pasa a ser europeo.

Esa excepción ha sido interpretada con un criterio más que cuestionable por alguna aduana europea  y se ha convertido en un coladero de tejidos extracomunitarios: es la famosa cuestión de la “estampación en el orillo” que seguro muchos lectores habrán oído. Un ejemplo para ilustrar la picaresca: una empresa alemana importa una empesa china, la hace estampar en el orillo en Alemania y la puede exportar a una confección marroquí con el sello y los beneficios arancelarios de un producto europeo. No cabe decir que la primera operación que se realiza en el país de destino es cortar ese orillo inservible.

La alerta a la que me refería se debe a que las negociaciones de la Convención Paneuromediterránea están llegando a su recta final y tan sólo colea un acuerdo para el textil y las reglas de origen preferenciales. En ese sentido, la presión de los países africanos va en la línea de ampliar para la tintura la excepción a la norma de la estampación.

Es fácil adivinar que una concesión de este tipo a nuestros vecinos del sur resultaría como un torpedo a la línea de flotación de nuestra industria. No se trata de proteccionismo, se trata de valorar qué, cómo y dónde se fabrica para considerar el origen de un producto.

Desde Texfor y el Consejo Intertextil Español venimos reafirmándonos en la posición consensuada en la patronal sectorial europea, Euratex, para que se mantenga la esencia de las reglas de origen actuales; una posición que conocen y defienden nuestros negociadores del Ministerio de Industria. Incluso a través del Europarlamentario Francesc Gambús, hemos conseguido que se realice una pregunta en el Parlamento Europeo para alertar de este peligro.

El problema de fondo es que este asunto trascienda el ámbito técnico en el que el sector textil confección europeo hemos logrado ponernos de acuerdo y la cuestión adquiera un perfil político, donde volvamos a ser moneda de cambio como ha ocurrido en otras ocasiones. Los más de 1,7 millones de trabajadores europeos del sector se merecen mucho más. Esperemos que nuestros dirigentes no lo olviden.

Andrés Borao

Secretario General de Texfor

Vocal de la Junta Directiva de AEQCT

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